Así quiero que me quieran

En momentos de capa caída, recibir un regalo inesperado es un milagro. En mí genera un profundo bienestar y me deja contenta por varios días. Y la genia de Mariana tuvo un tino fantástico cuando me premió con esto:

Recibí este premio desde su blog (al que obligo qu vayan a ver porque es genial) y soy tan topísima que me puso al lado de la divina de Paula y de otras divinas más que desde hoy voy a visitar con frecuencia.
¡Gracias Mariana!

Reventada

Así voy a volver de las vaciones. Reventada. Por mi conducta promiscua (he dormido en cinco camas distintas, dos autos, un sillón, varias reposeras, siempre con mucha gente alrededor) y el abuso de sustancias (asado, pizza, helado, facturas, galletitas, sanguchitos de todo tipo, dulce de leche...).
Lo único que me falta es el cachorro.

Tengo que ser justa

Un día de las vaciones en Mar del Plata, la pasamos así:

Y la casa del tío Pedro tiene este patio:

Me voy a dejar de quejar me parece.

El motor de búsqueda debe estar roto II

Empiezo a reconcliarme con la vida. Sus comentarios en el post anterior, los mails, las llamadas telefónicas y los mensajitos de mi familia y mis amigos hacen que cada día sienta que estas vaciones no son tan malas como parecen, que dentro de poco voy a volver a mi casa y que algún día me voy a reír mucho de esto. Espero.
Gracias todos por la buena onda y las palabras de consuelo y gracias a los que ofecen ayuda material para que pronto nos recuperemos de nuestros infortunios.
Y, como siempre, blogger no se queda atrás, recién me fijo en Fuentes de trafico y alguien que andaba buscando "embarazada haciendo pajas" llegó a mi blog. Y bue... cada uno sabe.


Besos a todos y buen martes.

Escribo para no llorar

Sí, sí, les voy a cantar un tango.
Estamos de vacaciones todavía. Desde el 13 de enero y no sabemos hasta cuándo. Finalmente, después de un sinfín de trastornos y peripecias, ayer, cuando emprendimos el retorno a Mendoza, a solo 100 km de Mar del Plata, se fundió el motor del auto.Se sopló  la tapa. Así se dice.
Pero empecemos por el principio. El viaje de ida fue bastante tranquilo, si pasamos por alto que la niña de un año y medio gritó doce horas seguidas. Hicimos escala en la casa de uno tíos en Coronel Brandsen y el lunes 16, tempranito, partimos hacia el mar. Dos horas antes de llegar, la nena vomitó todo el auto, se descompuso, lloró y la pasamos muy mal hasta llegar (sobre todo ella, mi amor).
Cuando llegamos yo lloré de la emoción, eso estuvo bueno.
La casa que alquilamos no era lo esperado, pero, bueno, era barata y todo funcionaba correctamente. Hasta las siete de la tarde que tuvimos que salir a buscar un electricista porque nos quedamos sin luz. Cuando volvió la luz, la niña agarró la linterna y se le cayó en el pie y se lastimó el dedo gordo y lloró y le salió mucha sangre.
Dos días después se rompió el auto por  primera vez, lo llevamos a un taller que lo arregló y nos cobró el 25% de nuestro presupuesto de vaciones. Al día siguiente, se rompió otra vez, de otra cosa y el arreglo se llevó otro 25% del dinero. Quiero decir que mi santo marido estuvo las primeras dos semanas de sus vaciones arreglando el auto, llevándolo de un taller al otro, comprando repuestos, gastando mucha plata para que el auto funcionara perfectamente y no tuviésemos problemas durante el viaje.
En medio de todo esto, mi marido se quemó demasiado con el sol y tuvo una reacción alérgica al gel hidratante que le puse. Eso significó no ir más a la playa por unos días. 
Cuando él se repuso un poco y con la indicación de no estar más al sol, cargamos todo para ir al mar y se largó la lluvia. Fuimos a pasear en el auto por la ciudad al ritmo de un constante "mamimamimamimamimamimamimaimamimamimamimami"  que mi hija puede decir casi sin respirar durante horas. 
Ah, en el medio yo me indispuse y mi niño se estriñó y tuvo dolor de panza, pero son datos menores.
La frase del verano fue "Estoy harto de ponerle onda. Quiero que las cosas sean lo que son y esto es una mierda". La dijo mi marido cuando, finalmente, fuimos a una playa que estaba llena de gente y de escarabajos (juro por el dios del amor que salían millones de escarabajos de la arena y caminaban por encima de la gente).
El lunes nos quedamos todo el día en la casa de dos por dos. El martes salimos a andar por la ciudad porque llovía. En un semáforo un chico nos ofreció limpiarnos los vidrio y cuando le quisimos pagar no teníamos una moneda (ni un billete) y el chico se enojó. Tres cuadras más allá se cortó el cable del acelerador. Lo llamamos "la maldición del limpiavidrios". Otro día más sin ir a la playa. Otro taller que se queda con parte de nuestras vaciones.
El jueves decidimos volvernos cuatro días antes por pobres. Mi marido llevó al niño a un último día de playa y yo me quedé en la casita con la nena porque tenía mucho moco y tos.
Felices, el viernes, salimos hacia Mendoza por la ruta dos. Hicimos cien kilómetros hasta General Pirán y el auto se paró. Se paró sin más. Con el envión pudimos estacionar en una banquina con sombra. Ahí estuvimos durante seis horas hasta que llegó el tío de mi marido con la grúa.
Ahora estamos en Brandsen, en la casa de los tío que nos salvaron la vida. El auto está en el taller en coma. Todavía no sabemos bien cuánto tiempo va a tardar el arreglo. Ni cuánto dinero.
Mientras tanto usamos el wi fi del tío para ahogar nuestras penas.

¡Entro para decir que me fui a la feliz!

Y vuelvo cuando encuentre wi fi gratis.
Besos a todas y felices vaciones de mí (las necesitaban).

Crecer II

La familia cachetes está terminando de almorzar. Han comido una pechuga de pollo hervida con ensaladas. Madre-Niña busca entre los restos y saca, satisfecha, el huesito de la suerte.


Madre-Niña: (Blandiendo el huesito cual espada mágica) Fausto, Fausto, mirá, el huesito de la suerte, vení  que pedimos un deseo.
Niñogrande: (Mira con ¿pena? ¿hartazgo? ¿embole?) No mamá, yo ya no creo en esa suerte.
Madre-Niña: (Con puchero) ¿No?
Niñogrande: (Repentinamente más grande) No, yo ahora creo más en la suerte de que te cague un pájaro.
Madre-Niña: Entonces vos, papá.


La escena cuncluye cuando el marido resignado pide un deseo y tira del huesito con cuidado para que el pedazo más grande le toque a Madre-Niña, si no esto no se acababa más.

Repito, crecer me duele.


Besos y buen jueves.

Proyecto 4: Terminado

He estado a full con mis proyectos veraniegos. Recién termino el más ambicioso: una mesa con un mandala hecho de venecitas para regalarle a mi cuñado L. 
Gracias a lo que aprendí con el blog de Fernanda Jaton, a mi valentía y a que mi marido me tuvo la nena todos estos días, el resultado final es este:

Esto sería un mandala.

Atrás podemos ver la acumulación de ropa para planchar. Pero primero lo primero.

Acá el cuñado recibiendo gustoso su regalo de cumpleaños (y si no está gustoso, deberá simular mientras yo esté cerca).

Espero que les guste mi mesa (y si no les gustó, mientan). Reitero mis agradecimientos a Fernanda y a mi marido.


Estoy un poco ausente de los blogs porque tengo que planchar ropa, armar valijas, mandar niños de campamento, hacer copias de llaves, pagar deudas, depilar cuerpos robustos, visitar abuelos, ser una hija amorosa y muchas cosas más, pero prometo que en breve me pongo al día con todos sus blogs (¿cómo es el plural de blog?). 


Besos a todos y buen miércoles.

Cuando sea joven quiero ser Fernanda Jaton

Cuando emepecé a incursionar en el mundo del mosaiquismo, mi máxima inspiración la encontré en el blog Mosaico Creativo. La autora y musa de mosaico (aunque etimológimante sea redundante) es Fernanda Jaton, miren si no es linda ella y lo que hace:

Fuente

Ella tiene una escuela de mosaiquismo en Buenos Aires y da talleres en algunas provincias del interior, yo estoy esperando que venga a Mendoza. Podría recibir un buen regalo de cumpleaños-aniversario-día de la madre y viajar a Buenos Aires y tomar un curso (¿Sabés mi marido? Te juro que cuando me lo regalés me hago la sorprendida).
Por favor no dejen de pasar por su blog y ver imágenes maravillosas como esta:

Fuente

En este mandala me estoy inspirando para uno de mis proyectos veraniegos. Ya les mostraré fotulis.
A través de mi blog, Fernanda, quería agradecerte todo lo que me has enseñado, puesto que mucho de lo que sé lo aprendí leyendo tu blog. ¡Muchas gracias!


¡Muchas gracias a todos y buen martes!

Todo el amor del mundo para D

Lo necesita.

El motor de búqueda debe estar roto

¿Vieron que si, dentro de blogger, van a la parte de estadísticas de su blog se encuentran con una ventana que muestra las fuentes de tráfico? ¿Vieron que ahí se pueden ver las palabras claves para una búsqueda que han dado como resultado nuestro blog? Bueno, me muero de risa con lo que busca la gente y, en esa búsqueda, llega a este espacio.
Hay personas que llegan a ¡Me quiero bajar! buscando "calzas para gorditas",  "fajas reductoras", "tengo hambre" o "gordas con vestidos". Eso es lo lógico. Hay quienes llegaron a mí buscando "árbol de navidad pobre" o "películas para alumnos" o "Martín Fierro", ponele que eso también sea lógico.
Pero, también llegaron a mi página algunos que buscaban "cómo descargar a mi cuñada" o "cómo comprar dardos tranquilizantes". Esos chicos me dan miedo.
Y otros que no me dan miedo, si no pena, porque en su búsqueda llegar hasta este blog fue una pérdida de tiempo, son las chicas y los chicos que pusieron google "fotos pene gordo". No sé, espero que tal vez alguna foto mía los haya ayudado. De onda, espero que sí.
Besos a tío blogger, que tantas alegrías no da.
Besos a todos y buen lunes.

Colorama

Proyecto 2 y Proyecto 3, en marcha.

Soy una mujer incompleta

Literalmente. Me falta medio dedo índice de la mano izquierda. El chonguito que me queda se llama Pepe. El miércoles Pepe cumplió treinta años.
Les cuento.
Hace treinta años, el 4 de enero de 1982, cuando tenía tres años, metí el dedo índice de la mano izquierda en un ventilador. Sí, como lo oyen, soy la nena que metió la mano en un ventilador y perdió un dedo. Una mañana, mi mamá me llevó al banco a pagar las cuentas con ella porque como hacía diez días que había nacido mi hermanito y yo estaba muy celosa, mi madre quiso llevarme con ella para que estuviésemos un rato juntas y solas. Ya en la cola del banco, en un nanosegundo que me escapé de su lado, fui y metí la mano en el ventilador. Después de eso fueron meses de operaciones, curaciones, injertos de hueso y de piel, médicos que querían cotarme toda la mano, otros que me la salvaron y supieron hacer lo mejor para que el daño fuera el menor posible.
Jamás sentí la ausencia de dedo, de hecho me di cuenta que era una  persona a la que le faltaba un pedazo ya cuando fui casi una adulta.
Con Pepe nos hemos divertido un montón haciendo chistes escatolólogicos que incluían mocos y todo. En una época, cuando alguien me preguntaba quéme había pasado en la mano yo contaba una historia donde un yacaré en el Paraná me atacaba y un guardaparque me salvaba de ser comida totalmente (juro por el dios del amor que hay gente que lo creyó).
Después Pepe siguió con su perfil bajo en mi mano izquierda y solo lo nota la chica que me arregla las manos cuando se encuentra con un dedo sin uña, situación que me hace acordar de una escena de La Niñera donde Grace le pinta las uñas de los dedos del pie a Silvia y la mujer grita "ahí no hay uña, pinta la carne".
 Aunque yo no me pinto la carne.
Feliz cumpleaños Pepe y un beso grande para mi mamá que a una semana de parir tuvo que volver al hospital con la más inquieta de sus hijas.

Orgía vegana

Todos tenemos un amigo que vive en Europa. Todos tenemos un amigo vegetariano. Todos tenemos un amigo con un pelo precioso. Todos ellos para mí es un solo, mi amigoamor F, el que nunca me dijo vaca imbécil. F llegó de Europa hace unas semana para quedarse unos meses con su familia y volver a irse. Anoche nos juntamos a cenar en mi casa con él y M. mi otra amigaamor. Fue maravilloso.
Todo empezó con una cena vegana, pura cosa saludable, nada de animales muertos en la mesa:

Ensalada de rúcula con semillas; papas hervidas con pimienta; ensalada de tomate, cebollita de verdeo y palta; chauchas con cholclo; ensalada de zanahoria rallada, pasas de uva y nueces. De postre, una torta de zanahorias y naranjas exquisita que cocinó F.
Charalamos mucho, nos reímos mucho, tomamos vino (que se acabó antes de lo deseado) y champán. Nos abrazamos y nos besamos y nos hicimos cariñito en el pelo. Dijimos muchas boludeces del tipo "pasame la coca que quiero vino", "me dieron retrocuciones" o "soy naranja, no necesito marihuana".
Estuvimos afuera y compartimos el vientito fresco que es una de las mejores maneras de ser felices.
Lo mejor fue darnos cuenta que a pesar de la distancia y el tiempo y los caminos diferentes que nuestras vidas han elegido seguir, cada vez que estamos juntos el amor sigue allí, intacto.

Humita

No es una receta light. Nada que lleve tanto choclo lo es. Pero es tan tan rica y los choclos están tan tan baratos (seis por cinco pesos), que no podía faltar en este verano. 
Los ingredientes:

Seis choclos amarillos, una cebolla, un pedacito de zapallo inglés, un cuarto de pimiento verde, medio tomate. Primero primero, rallás los choclos en un bol, una vez rallados pasales un cuchillo bien fuerte por la mazorca para que salgan todos los granos y el juguito. Después  ponés en una olla con un chorrito de aceite la cebolla, el pimiento, el tomate y el zapallo cortados muy chiquitos. Cocinás eso un ratito y cuando la verdura esté blandita agregás el choclo rallado y un poco de agua, una taza más o menos. Condimentás con sal, pimentón dulce molido, pimienta de cayena y albahaca fresca, fundamental. Cocinás media hora aproximadamente revolviendo a cada ratito porque se pega. Te aconsejo que cuando revuelvas lo hagas con guantes o con la mano envuelta en un repasador porque esta preparación "escupe" y quema como la san puta. Queda así:

La preparación se reduce muchísimo, sale bastante poco. "Con eso no tapamos el pozo" dijo mi marido y sacó unas pechuguitas grilladas que habían sobrado del día anterior. Pero estuvo buenísimo.
Miren quien me acompaña ahora cuando cocino:

Mi gordo Chan. A él le encantó la humita, espero que a ustedes también.


¡Besos y buen miércoles!






 

Poyecto 1: terminado

Ordené las fotos.

Me quedó divino, hacía como tres años que quería hacerlo.


¡Besos y buen martes!

¡Pero qué tarro!

Me siento una afortunada, gané el sorteo que organizó Ayez. Es el tercer sorteo que gano desde que soy blogger.
Ahora, me entra un dilema: ¿Esta suerte estará directamente relacionada con el tamaño de mi culo? ¿Cuándo me dice "qué culo", a qué se refieren, a mi suerte o mi traste? ¿Si sigo adelgazando y, finalmente, disminuyen mis caderas, voy a dejar de ganar los sorteos?
Muchas preguntas, ¿habrá respuestas?

Crecer

Íbamos juntos en el auto y teníamos una conversación familiar.

Hijo de 10 años : Ya sé que Papá Noel son los padres.
Madre al borde del llanto: Ah... sí...
Padre malo: ¿Y los reyes?
Hijo de 10 años: También. No existen.
Madre al borde del llanto: Ah... Ah... ¿Y el ratón Pérez?
Hijo de 10 años: ¡No! ¿Cómo? ¡Qué truchos qué son!
Padre malo: ¿Qué hacés? ¿Cómo le decís eso el niño?
Madre al borde del llanto: Pero... pero... buuuuaaaaaaaaaaaaaaaa...


Crecer es doloroso, par mí.