Reponerse de una de comilona

A vos gordo te hablo. A vos que el viernes tuviste un asado familiar y comiste tu porción y una más. Y de postre comiste chocotorta y a la tarde un pedacito de bizcochuelo.
A vos que el sábado empezaste regio, pero al mediodía te comiste la mitad de la tarta light de acelga y jurel  que preparaste y a la tarde te comiste tres muffins con chispas de chocolate que habías hecho para tus sobrinos, una tortita de grasa y una naranja (para disimular). A vos que cenaste dos sánguches de carré de cerdo con palta y tomaste vino y te sentiste repleto.
A vos que el domingo fuiste a otro asado familiar, para que nadie se ofenda, y comiste tres empanadas y te repetiste asado y comiste helado y a la tarde tomaste mate con pastelitos de membrillo y facturas.
A vos que no hiciste ejercicio ni uno de los tres días de este fin de semana.
A vos que venías re bien con el plan. Vamos. Levantate, que ahora va a tener que hacer el doble porque no es cuestión de que el lunes próximo el control con la nutricionista sea negativo.
Desde ya, no desde mañana, desde ya, empezá a moverte. Ordená tu casa, tu trabajo, tu lugar. Tomá agua, mucha agua. Salí a caminar. Ahora. ¿Qué? ¿Todavía estás en la compu? No, vamos, vamos a caminar.