viernes, 9 de septiembre de 2011

Hambre

Yo tengo hambre. Siempre.
A la mañana me levanto con hambre, apurada por desayunar. Y desayune lo que desayune a los dos horas tengo hambre otra vez. En los recreos de la escuela trato de comer una fruta y tomarme el tecito de las profes. Y llego a mi casa y me quiero comer un caballo. Después del almuerzo, siempre es bastante abundante aunque nunca demasiado calórico, me calmo un poco, pero tipo cuatro, cuatro y media, empiezo a deseperar. Y si a ese llamado de las entrañas respondo con un yogur ser, inmediatamente quiero matar a alguien.
Sufro hasta la media tarde y recién entonces, cafe con leche y pan lactal mediante, vuelvo a ser yo. A la noche tengo hambre otra vez y como lo indicado en la dieta y sigo con hambre.
No tengo término medio, tengo hambre o siento que voy a explotar por todo lo que comí.
¿Vieron que existen personas que pierden el apetito ante ciertas situaciones de la vida? Yo nunca jamás. Estoy enferma, tengo hambre. Estoy triste, tengo hambre. Estoy contenta, tengo hambre. Estoy enamorada, tengo hambre. Estoy embarazada, tengo hambre. Me vino, tengo hambre. Estoy angustiada porque me doy cuenta que mi mamá me presionó toda la vida y tengo miedo de hacer lo mismo con mis hijos, tengo hambre. Estoy preocupada por las políticas medioambientales que toma el gobierno de mi provincia, tengo hambre.
También tengo una teoría: en mis genes quedó el registro del hambre que pasaron mis abuelas en el barco que las trajo a América. Mis genes tienen miedo y por eso como.

12 comentarios:

  1. A mí mi papá me ha bautizado Pac Man :)
    Pero sí, antes nervios (lindos o feos) pierdo el apetito! Hay alguna santa psicológica que dice que a detemrinadas personas, con tendencia a tragarse las cosas (metaforicamente hablando) tb les da por engullir cuando necesitan desquitarse. Será eso? Un beso grande y suerte con esa voracidad irrefrenable!

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  2. Hola Fer...
    Yo soy flaca... hasta el punto de ir a la nutricionista para engordar....
    Pero no lo digo orgullosamente... para nada...
    No me gusta ser "tan" flaca...
    Soy la típica puro hueso... cuando acunaba a mis hijos pensaba que no estaban cómodos en upa mío.
    En fin a mi me pasa que si me pongo nerviosa por algo NO como.. y si como, me cae tan mal que después paso de largo 2 comidas por lo menos.
    OJO.... también fumo y eso quita el hambre.
    Todo lo que escribis es buenísimo... conozco gente gorda que no lo reconoce y ahí está tu virtud.
    Dale Fer ponele garra. Besos buen fin de semana.
    María.
    http://tusmanosylasmias.blogspot.com/

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  3. Cuando hago zapping en la tele y veo ese programa que hay para bajar de peso, donde maltratan tanto a la gente a mi entender, pienso que tener hambre y no poder comer (por dieta en tu caso) debe ser una verdadera tortura. Pero como dice María en el comentario de arriba, el primer paso es reconocerlo como un problema creo. Y ponerle voluntad, mucha.
    Buen fin de semana!

    Clo

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  4. Gracias chicas por sus comentarios! Acá estoy a las 17:57 con hambre! Esa perando que se hagan las tres hosras para tomar la media tarde.
    Muchas muchas gracias por la fuerza y la buena onda!
    Besos!

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  5. Perdón pero me reí a carcajadas con tu entrada (aunque yo sé que no es cómico!!!) lo que pasa es que me sentí identificada...como odio a la gente a la que el stress le saca el hambre!!!!!

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  6. Viste????!!!! Esa gente con tanta suerte! No, la verdad es que relacionarse con la comida a travçes de los estados de çanimo no es bueno para nadie. Gracias por pasar y comentar!
    Besos y feliz domingo!

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  7. Yo soy igual, todo me da hambre... Lo de los genes es verdad.

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  8. Buenisimo lo de los genes! jaja

    Y te re entiendo! a mi TODO me da hambre. Hasta comer me da hambre!
    Lo bueno y lo malo me dan ganas de comer. Si es bueno para festejar, si es malo para sentirme mejor...
    Estoy como vos. A dieta, y hoy fue un dia particularmente dificil.

    Ya te lo dije, te recontrabanco!

    Besos
    Romi

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  9. Gracias Romi!!!! Para mí también fue un domingo difícil. Pero por suerte, ya termina y se acabaron las tentaciones.
    Que empieces bien la semana!
    Besos.

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  10. Hola! Emepecé a ver tu blog hoy y me gustó mucho tu iniciativa.Yo al contrario soy de las que por estrés no pueden comer, al punto que por un feo momento que pasé llegué a a bajar tantos kilos que se me notaban todos los huesos. Ningún extremo es bueno.
    Mucha Suerte!!

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  11. Ay! Cómo te entiendo!! No hay situación que me saque el hambre!! Por qué!!?? Por qué la harina tiene que engordar!!?? jaja sería tan feliz si la harina no hinchara...creo que es uno de mis 3 deseos de velita de cumpleaños desde que tengo 10 años!!
    Un cope encontarte!! Contás con una nueva seguidora!

    (M)

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  12. jaja qué descripción tan atinada, el hambre, maldito bastardo! lo que me pasó a mi es que a medida que avancé en la dieta (la hago hace un mes y medio) se me fue yendo la voracidad, y que mucho de eso en mi tiene que ver con la ansiedad y no sentirme bien conmigo, y hacer dieta y ver que se puede tiene un efecto positivo que de alguna forma contribuye con la desaparición de ese hambre eterno. Igual también uso la gaseosa light, que me salva por lo dulce y el gas, me llena. Ya se que no es lo más sano del mundo, pero es un gusto que me doy, en las comidas no tomo, pero un buen vaso cuando veo que falta para comer y tengo hambre es salvador.

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